No sé vosotras pero de un tiempo hacia aquí, tengo más ojeras que de normal, con el cambio de tiempo duermo fatal y eso a la mañana se nota, se nota muchísimo porque tengo cara de panda. Así que últimamente he encontrado uno de mis grandes aliados, el corrector.

He estado buscando y probando algún que otro corrector y sin duda mi favorito es este del que os hablo hoy: el Liquid Camouflage de Catrice.

Como os he comentado antes, últimamente tengo las ojeras un poco más marcadas, bien porque duermo peor, por este tiempo loco que hace frio y hace calor y me despierto más... un sin fin de cosas, así que andaba buscando un corrector que tuviese más cobertura que el que estaba utilizando de Maybelline y que me disimulara un poco más la ojera.

Sé que muchas habéis hablado de este producto y he leído/oído muchísimas buenas reseñas y, chicas, tengo que daros la razón al completo.

Como podéis ver, el aplicador es tipo gloss, lo que hace que la aplicación sea mucho más cómoda.

Me gusta porque tiene una cobertura bastante alta y bien difuminado al aplicarlo, no se me marcan las líneas de expresión ni me hacen pliegues. Yo lo pongo en forma de triangulo en la zona de la ojera y con una esponjita tipo Beauty Blender lo difumino todo bien, de modo que queda muy bien integrado con la piel, tapando la ojera e iluminándola. Para sellar (yo siempre sello) utilizo los polvos sueltos Banana Dreams de W7 y quedan perfectos.

Mi tono, al ser tan blanca es el 010 y me va perfecto (para que os hagáis una idea, yo soy un NW15 en MAC y el corrector un NW20). Os pongo un par de swatches, uno extendido y el otro difuminado en el antebrazo para que veáis qué tal queda.

Extendido.